martes, 23 de abril de 2013

Trascendencia y relaciones humanas

La trascendencia, como seres humanos ¿somos trascendentes?
Hasta donde podemos comprobar la muerte sería el fin de la trascendencia, aunque las religiones han dado diversas respuesta en este terreno. Pero más allá de la muerte, porque difícilmente podemos comprobar este punto a menos de que vivamos nuestra propia muerte, ¿existe la trascendencia en las relaciones humanas?

Nuestras interacciones están llenas de sentimientos y emociones que se crean y se destruyen. En la vida humana las personas entran y salen, pero ¿pueden las personas trascender en nuestras vidas?

Se habla de las relaciones de pareja y también de esas amistades que serían para toda la vida. Probablemente existan, de aquello no hay duda, pero ¿son una tendencia de los seres humanos en general? ¿o son solo algunos casos que se salen de la norma?

El día comenzó sin terminar, por lo tanto las interrogantes brotan. Las personas son irreemplazables, a menos de que las reemplaces y este es el límite de la trascendencia de las relaciones humanas. Por naturaleza nos acomoda pensar en la eternidad de las cosas, pero esto no ocurre. Nuestra vida está circunscrita a un determinado tiempo y luego expira. Pero a diferencia de la vida, que termina quiéraselo o no, la trascendencia en las relaciones humanas son una opción dentro del repertorio de la libertad. Nosotros escogemos a quien integrar a nuestras vidas, y esto incluso ocurre con respecto a nuestros familiares más directos. Porque hay que ser responsables y entender que la vida son las opciones que tomas y cuando dejas que las cosas ocurran debes tener en cuenta que el omitir llevar acabo una acción es también ser partícipe de la realidad que te rodea, el no cambiar tu mundo es optar por tener lo que se tiene.

Desde el principio y hasta el final, la vida no es más que una opción tras otra en donde tú eres quien elige. El amor no existe por sí mismo, el amor es una opción libre. Si una persona cree que puede ser convencida de algo es porque en esa persona está la intención de convencerse y creer lo contrario es una forma de no asumir el rol que nos cabe en el marco de las relaciones humanas. Lo único que hace de pegamento entre la trayectoria de opciones eres tú, ese tú que ha cambiado y cambiará.

Lo bello y lo sutil no trasciende a menos de que para ti lo bello y lo sutil sea una opción válida.

No hay comentarios.: