sábado, 26 de noviembre de 2022

Instancias y sus relatos

Descubrimientos recientes señalan que gran parte del relato de mi vida han sido marcado por diversas instancias autoflagelantes como las que siguen:

1) En cuanto se marchó este amigo, a temprana edad, no quedó mucho más. Su ausencia provocó también el enfrentamiento con la realidad de su padre. Solo sentí culpa; culpa de estar vivo, mientras él no, todo a los ojos de su progenitor. Los segundos a veces son eternos cuando los sobre analizas por no entender los sentimientos implicados en una mirada y una lágrima.

2) Las parejas dejan de ser parejas a veces, lo cual es algo que ahora entiendo, pero que cuyas causas en su momento internalicé. Si el resultado del amor, esto en lenguaje tierno, es un hijo; el resultado natural quiebre es entonces la negación del amor, y por ende, la negación del hijo.

3) Las distancias también son físicas y estas producen quiebres con espacios. La mudanza a un nuevo lugar inició la peregrinación del héroe en una epopeya de falsa superioridad y resistencia a generar nuevos arraigos. No bajar la guardia, pues los cambios pueden volver a ocurrir.

4) Una excelente cuidadora decidió buscar nuevos rumbos, lo que es lógico considerando el cambio de condiciones en la transacción. Nuevamente, quiebre internalizado y superación del yo porque no se merecen cosas. La defensa fue el silencio perpetuo y falsa despreocupación.

5) De las mayores traiciones de confianza, por parte de quien utilizó la figura del sabio y del padre, para vulnerar lo más preciado de la infancia. Como consecuencia, más cambios y más barreras. Todos los adultos mienten y engañan, por lo que siempre hay que estar preparado para descubrir lo que subyace a las apariencias. Las heridas y sus repercusiones aun reverberan.

6) De la amistad y sus signos transitaron más allá escarbando sus interiores, dejando de lado todo aquello que sobraba. Pequeños silencios y el colapso en una etapa de búsqueda intensa, marcada por nuevos rumbos para aplacar otros ecos.

7) Se agotaron la magia y el amor, como suele suceder. Otra vez internalizando las responsabilidades, pero esta vez con mucha más razón. Oportunidades perdidas y varios desprecios que pasaron desapercibidos para el hacha, dieron como resultado un cúmulo que tardíamente fue reconocido. Años después, la tormenta seguía golpeando la bahía.

8) Alta creatividad e intensidad, y dejar una oferta de sentido que a ratos era llamativa y en otros solamente un pasatiempo. Confusos tiempos que internalizaron el no ser suficiente.

Todas estas son distintas dimensiones del abandono, el concepto que comienza y termina trazando sus directrices, situando en las diversas escalas los valores dados.

Queda por ahondar en los alcances del abandono. Quiero entender por qué es una fuerza en el relato.

¿Has sentido el abandono? ¿Te has abandonado?

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