sábado, 19 de noviembre de 2022

Qué les ofreces

 Figuras con cierta familiaridad pueden ser la clave para revisar el pasado. Leí estos días cierto escrito en donde la autora comenzaba a hurgar en el pasado con el fin de retratar la figura de un padre que ya había abandonado el mundo de los vivos.

El texto llegaba al fondo sin estipular de qué se trataba el ejercicio hasta cerca del final, cuando dejó de ver a su progenitor por una muerte relativamente temprana tras jubilarse o estar en manos de la seguridad social. La narración aborda la construcción del relato mismo de sus padres en cuanto a la superación de la adversidad y al mismo tiempo el desajuste existente entre sus propias aspiraciones y expectativas descritas como humildes en contraste con las expectativas de nuevas generaciones de pequeños burgueses.

La autora, que se dedicó al estudio de las letras, relata que su padre no era capaz de comprender un oficio que no conllevara el uso de las manos; para él, ella era buena para “aprender”, sin más, de una forma genérica.

Es estremecedora la dimensión en la que se establece el texto, poniendo en realce figuras que no buscaron ser el centro de atención por una arraigada y real simplicidad, humildad o sencillez. Algo en esto tocó lo que daré por llamar corazón, y creo que vale la pena hurgar donde duele a ver qué sale.

En esa misma línea, la figura de los padres es un satélite orbitando nuestra existencia, tanto si somos capaces de verlos o no. Es indudable la influencia que tienen en las mareas sentimentales.

Qué les das; qué te dan; estás para apoyarlos; están para apoyarte. No siento que baste con la figura transaccional.

No hay comentarios.: