jueves, 22 de diciembre de 2022

Elefante rey

 

[texto del 2016]
Solo nosotros en el lugar, lo cual es extraño puesto que usualmente hay más trabajadores. Ella, en una mesa distinta, se sienta frente a su plato, cierra los ojos y comienza a mover los labios. Espero observando a ver si algo pasa, quizás la comida cambia, qué sé yo.

 Abre sus ojos y empieza a degustar su comida, nada nuevo. Hago como que no presto atención mirando por la venta un par de pájaros que buscan con qué alimentarse. Mi comida ya no me sabe a nada, podría seguir jugando con el tenedor durante todo el día, pero no es lo que quiero, tengo que aprovechar mi tiempo libre y heme aquí mirando el pasar del tiempo que se me escapa.

 Despierto nuevamente, me levanto, deposito mi plato y comienzo a caminar hacia la salida. Mi atención no ha cortado el vínculo, sé que  ella es de India, ¿qué más sé? Nada importante. Justo cuando paso por su lado, se levanta a buscar una servilleta. Se da la ocasión y me lanzo:
 – ¿Qué hacías antes de comer?

Me mira algo confundida, me salté el protocolo del saludo, no hay tiempo para eso. Dudando aun, contesta:

–Una oración.
– ¿Para qué?
– Bendecir los alimentos.
– ¿Y qué dices cuando dices tú oración? 

Claramente dudando, se la piensa dos veces. No sé si anda entre la traducción o simplemente duda si exponerse, sea como sea, toma una resolución.

–Es una oración para dar gracias por los alimentos que voy a recibir. Además es una forma de darle las gracias a mi dios y un llamado para que entregue el alimento de cada a día a quienes no lo tienen.
– ¿Y tienes que hacerlo siempre antes de ingerir alimentos?
–No es que tenga, es porque quiero hacerlo.
– ¿Incluso si comes esto? – digo mostrando la manzana que tengo en mis manos.
–No. En mi caso lo hago solamente en las comidas formales.
–Interesante. Gracias por compartir esto conmigo– mientras comenzaba a moverme, me asaltó la última duda– espera, ¿cuál es el nombre de tu dios?
–Hay muchos, pero yo le agradezco a Krishna.
–Ese nombre lo reconozco, creo que al menos conozco tres dioses. Krishna, Ganesh y…
–Visnú.
–Sí, exacto.
–Existen miles de dioses.
–Solo conozco esos tres. 

No entiendo bien, pero tras decir aquello se fija una sutil sonrisa en su cara, haciéndome sentir un tanto avergonzado como un niño que ha sido sorprendido haciendo alguna maldad.

 –Gracias, que tengas un buen día– le digo mientras me retiro por la puerta sin oír muy bien qué responde. Da igual, me di por satisfecho con toda la información que me entregó. Caminando de vuelta a mi habitación la brisa hincha en gozo a mi corazón y siento que puede ser un buen día. Todavía tengo cuatro horas antes de entrar a trabajar, debería aprovechar mi tiempo para coronarme como el rey elefante.

martes, 6 de diciembre de 2022

Rabia burlada

Recurro a la ayuda por miedo a la violencia. Esta no se ha desatado, pero existe; en la recreación en ámbitos lúdicos, donde aparecen el azar y el situarse por sobre el contrincante, la rabia.

Llamando al recuerdo momentos de ira intensa, revivo imágenes en que un vecino se ríe y luego pega un pelotazo con todas sus fuerzas que llega directo a mi cara, para luego seguir riendo. La siguiente parte no la recuerdo, pero un testigo me la ha contado durante años: tomo una piedra más grande que mi cabeza y se la lanzo al bufón.

Otras situaciones se deslizan, pero no alcanzan a conjugar una imagen, hasta que llego a un momento en que debía de tener unos diez años. Mi hermano me provoca y corre a encerrarse en su pieza. Con patines puestos, llego frente a su puerta y tras un intercambio de palabras airadas, pateo la puerta.

Dando otro salto, otros episodios donde ya era más grande y se configuraba una fuerte sensación de injusticia y burla. El agravio mayor era humillarme, y entonces la rabia brotaba. Una rabia que inundaba los espacios, pero que era dirigida.

No es necesario narrar más episodios, pero quizás sí realizar el alcance de que siento orgullo de varias de estas salidas. Pero no, no soy yo. Eso era yo. Ahora soy control, con rabias pequeñas. Ahora no soy violencia, pero sí la sensación de injusticia.

La primera violencia era natural y brotaba por sí misma. Luego pasó a una violencia que buscaba reparar o resarcir el agravio; reparar aquellas situaciones que percibía como injustas. Acciones reales en contra de la falsedad del mundo, intentando purificar lo que fuese necesario.

No sé qué pasa con la burla, pero es un poderoso motor de la ira que no debe ser subestimado. Se cuela por rendijas de las que no estamos al tanto y golpea ahí donde debiese primar la razón, la emoción y otras actividades humanas distintas de la rabia y la violencia.

sábado, 26 de noviembre de 2022

Instancias y sus relatos

Descubrimientos recientes señalan que gran parte del relato de mi vida han sido marcado por diversas instancias autoflagelantes como las que siguen:

1) En cuanto se marchó este amigo, a temprana edad, no quedó mucho más. Su ausencia provocó también el enfrentamiento con la realidad de su padre. Solo sentí culpa; culpa de estar vivo, mientras él no, todo a los ojos de su progenitor. Los segundos a veces son eternos cuando los sobre analizas por no entender los sentimientos implicados en una mirada y una lágrima.

2) Las parejas dejan de ser parejas a veces, lo cual es algo que ahora entiendo, pero que cuyas causas en su momento internalicé. Si el resultado del amor, esto en lenguaje tierno, es un hijo; el resultado natural quiebre es entonces la negación del amor, y por ende, la negación del hijo.

3) Las distancias también son físicas y estas producen quiebres con espacios. La mudanza a un nuevo lugar inició la peregrinación del héroe en una epopeya de falsa superioridad y resistencia a generar nuevos arraigos. No bajar la guardia, pues los cambios pueden volver a ocurrir.

4) Una excelente cuidadora decidió buscar nuevos rumbos, lo que es lógico considerando el cambio de condiciones en la transacción. Nuevamente, quiebre internalizado y superación del yo porque no se merecen cosas. La defensa fue el silencio perpetuo y falsa despreocupación.

5) De las mayores traiciones de confianza, por parte de quien utilizó la figura del sabio y del padre, para vulnerar lo más preciado de la infancia. Como consecuencia, más cambios y más barreras. Todos los adultos mienten y engañan, por lo que siempre hay que estar preparado para descubrir lo que subyace a las apariencias. Las heridas y sus repercusiones aun reverberan.

6) De la amistad y sus signos transitaron más allá escarbando sus interiores, dejando de lado todo aquello que sobraba. Pequeños silencios y el colapso en una etapa de búsqueda intensa, marcada por nuevos rumbos para aplacar otros ecos.

7) Se agotaron la magia y el amor, como suele suceder. Otra vez internalizando las responsabilidades, pero esta vez con mucha más razón. Oportunidades perdidas y varios desprecios que pasaron desapercibidos para el hacha, dieron como resultado un cúmulo que tardíamente fue reconocido. Años después, la tormenta seguía golpeando la bahía.

8) Alta creatividad e intensidad, y dejar una oferta de sentido que a ratos era llamativa y en otros solamente un pasatiempo. Confusos tiempos que internalizaron el no ser suficiente.

Todas estas son distintas dimensiones del abandono, el concepto que comienza y termina trazando sus directrices, situando en las diversas escalas los valores dados.

Queda por ahondar en los alcances del abandono. Quiero entender por qué es una fuerza en el relato.

¿Has sentido el abandono? ¿Te has abandonado?

martes, 22 de noviembre de 2022

Un anhelo de viento

Soy infeliz por mis expectativas de felicidad, así como soy feliz por mis expectativas de felicidad. Un camino, buscando el hoyo en uno, la canasta perfecta que golpeé la red y la red solamente.

Se trata de del control. Como temática, reiteradamente vuelve. Tener control de lo que va a ocurrir o de al menos lo que no va a ocurrir. Quizás puedan existir las violentas madrugadas sin que estas signifiquen algo más que un nuevo amanecer.

Mi preocupación en estos momentos está disparada, al igual que las lágrimas. Pienso y siento; un mundo pequeño y acotado; el alma se hizo carne con todo lo que ello conlleva, dolor, penas y alegrías. Una vida llena de situaciones fuera de control, que aparecen una tras otras y se dejan atrás; otras quedan, pero son solo un adorno de lo realmente importante. No me quiero poner religioso, pero esta concepción religiosa de lo que nos hace especiales no deja de tocar algún tipo de tecla. Resuena.

El abrazador y sin extremidades, golpea el resultado de eones de erosión. Algunas fueron rocas, otras caparazones de quienes estuvieron antes que nosotros. Cuanta vida ha existido y ha dejado de existir.

En la cocina una sombra; pese a la ausencia de sustancia, su presencia no es amenazadora. Está mirando, quizás cuidando. No; estás observando. Está preocupada. No encuentra palabras; no encuentra forma de conectar. Quiere entregar su apoyo. No está desesperada, pero tiene la necesidad de hacerlo saber. Está y eso es importante. Te pregunto, ¿has vuelto? Y no lo sabes, por lo tanto, no pudiste decir.

Una ciudad telúrica se apaga mientras otra recién comienza. Cuántos años de distancia se viven en la luz, en ese tiempo, en ese momento y en todos los momentos del ahora.

Estamos pendientes. El corazón se crece; puede llorar y acongojarse a ratos, pero definitivamente crece.

Las palabras brotan porque son necesarias. Hay que hacer espacio para respirar y seguir con el flujo acompasado.

Mientras, un alma se mece bajo el incesante baile de las copas de unos eucaliptos que por fin han dado sus flores. Un anhelo.


sábado, 19 de noviembre de 2022

Qué les ofreces

 Figuras con cierta familiaridad pueden ser la clave para revisar el pasado. Leí estos días cierto escrito en donde la autora comenzaba a hurgar en el pasado con el fin de retratar la figura de un padre que ya había abandonado el mundo de los vivos.

El texto llegaba al fondo sin estipular de qué se trataba el ejercicio hasta cerca del final, cuando dejó de ver a su progenitor por una muerte relativamente temprana tras jubilarse o estar en manos de la seguridad social. La narración aborda la construcción del relato mismo de sus padres en cuanto a la superación de la adversidad y al mismo tiempo el desajuste existente entre sus propias aspiraciones y expectativas descritas como humildes en contraste con las expectativas de nuevas generaciones de pequeños burgueses.

La autora, que se dedicó al estudio de las letras, relata que su padre no era capaz de comprender un oficio que no conllevara el uso de las manos; para él, ella era buena para “aprender”, sin más, de una forma genérica.

Es estremecedora la dimensión en la que se establece el texto, poniendo en realce figuras que no buscaron ser el centro de atención por una arraigada y real simplicidad, humildad o sencillez. Algo en esto tocó lo que daré por llamar corazón, y creo que vale la pena hurgar donde duele a ver qué sale.

En esa misma línea, la figura de los padres es un satélite orbitando nuestra existencia, tanto si somos capaces de verlos o no. Es indudable la influencia que tienen en las mareas sentimentales.

Qué les das; qué te dan; estás para apoyarlos; están para apoyarte. No siento que baste con la figura transaccional.

domingo, 13 de noviembre de 2022

To chef Logan

En un momento importante de mi vida, escribí un correo electrónico con el corazón apretado. Sentía que mi mundo dependía de cada letra. A continuación, la versión traducida de dicho correo:

"Para el Chef Logan:
Mi nombre es Francisco y estuve trabajando para el Hotel como ayudante de cocina (enero-junio), como parte de mi experiencia de vacaciones trabajadas. Me fui del Monte porque sentí que quería ver más del país antes de irme. Desafortunadamente mi visa expira el 01/10.
 
Un par de días atrás, visité el monte para decir adiós antes de irme del país. Me quedé un par de días y pasé un tiempo genial, nuevamente.
 
Antes de esta visita nunca había planeado volver al Monte, o siquiera quedarme más tiempo en el país. Pero después de andar por aquí con amigos, comencé a sentir que el Monte todavía podría contener nuevas experiencias para mí, y ese sentimiento es la principal razón para decidir el último día que estuve allá y decidir hablar con algunas personas para ver si existe alguna para salir de esta desafortunada situación de mi visa.
 
Lo que quiero es trabajar en la cocina, como miembro del equipo nuevamente, pero esta vez como aprendiz de chef o un rol similar. Disfruté ser ayudante de cocina, pero fue suficiente el tiempo que pasé como uno.
 
Lo que ofrezco es alguien dispuesto a aprender cosas nuevas y que puede trabajar en equipo (o vivir en equipo, como es el caso del Monte). Si quiere oír opiniones sobre mí y mi trabajo, puede hablar con Zahid o Ingo (si es que sigue allí).
 
Espero escuchar pronto de usted y ver si habrá una segunda oportunidad para mí en el Hotel"

El mundo entero dependía de este correo que envié el día en que me iba de aquel país. Hice de tripas corazón y apreté el botón enviar. Una semana después, ya de vuelta en Chile, estaba muy nervioso revisando mi gmail cuando me encontré el correo intacto en borradores. Los sentimientos fueron confusos. Quizás lloré, no lo recuerdo bien. Lo que sí recuerdo es haber sentido que ese también fue un momento importante. Copié el correo y lo guardé, porque hay textos importantes que hay que registrar.

sábado, 12 de noviembre de 2022

Qué te pasó y luego qué te pasó

Qué importante podría ser incidir en la distinción de lo que vives. Las letras aparecen frente a tus ojos y luego se pasean por neuronas que bailan y sueñan. Así como te enfrentas a los sucesos, hay una parte muy creativa en ti que está atando cabos sueltos.

Pongo el guion de lado para hacer presente la distinción entre el yo que experimenta y el yo que narra. Una parte de ti, y de todos (salvo las computadoras) está exactamente en el instante, sintiendo y pensando. Este cúmulo de percepciones producto de la experiencia es ordenado y dotado de sentido mediante las narraciones que te inventas.

Creo importante recalcar esto, porque así entendemos que incluso lo que "está dado" o es "evidente", no es más que una concatenación de sentidos articulados en lógicas narrativas que cohesionan y hacen aprehensible la existencia para nosotros como una unidad. Puede que sea aquel puente que se establece entre inteligencia y consciencia, pero es aventurado tirar ese tipo de narraciones en el aire.

Siento un chiflón de aire en el rostro cuando no debería haber posibilidad alguna. Dime por quién se mueven estos átomos y a dónde va el sentido. Narraré lo que tenga que narrar ahora que sé que soy un dios. Un dios de tantos, pero un dios que comienza a comprende su lugar en el reino.

viernes, 11 de noviembre de 2022

Me dejas volver

Muchos años después, frente al teclado (¡ups!). Ansiedad, misterio y el uso de la puntuación.
Bastante ha cambiado y cómo no iba a ser así, si es parte del paso del tiempo.
Esa dimensión pasó sobre mí, y te cuento que me estuve leyendo. Me leí y me cansé. Por qué tan impersonal, a quién tratabas de engañar.

Yendo al fondo, creo que trataba de escribir como en esas frases que citan en mayúsculas. Un esfuerzo bastante iluso, pues no puedo dejar de percibir un olor a falsa modestia. Por qué tan agresivo, porque estoy en una lucha contra mí. Querías ser importante y te cuento que pasaron los años, y no lo eres.

Pero oye, no todo está perdido. No vas a ser recordado por la posteridad, total cuántos años le quedan a la humanidad, ¿con todo unos 100 o 150 años más? De cualquier modo, has descubierto/he descubierto/hemos descubierto (disculpa, es parte de las dificultades de dialogar con el pasado) algunos sentidos. Con los días se han revelado algunas letras que siempre estuvieron a la vista, pero que no eras capaz de arrejuntar para pronunciar el sílabas cantadas.

Te pido que no te adelantes, pues esto es algo difícil de digerir. Lo que sí quiero expresar, y esto atañe a quien lea, es la intención de encontrar algunas frases aquí de vez en cuando y de cuando en vez. El bloqueo obedece a querer producir una obra maestra, cuando en realidad no todos están destinados a la grandeza. Y, sabes, tampoco tienes que demostrarle nada a nadie. Puedes escribir una mierda, y el mundo seguirá girando despiadadamente. Sin embargo, tú eres capaz de crear un refugio para acobijar pensamientos, ideas, animales y otros humanos.

El enemigo es el holgazanear. Sí, en español poco natural, porque no le debo ni un milímetro de espacio a esa maldita actitud. Estoy en pie de guerra contra la flojera, contra mi flojera. Cuánto daño me hice escuchando sus designios. A quién no dañé simplemente por lata de vivir.

Estoy animado y vivo animado. La realidad me asfixia y la miro con la esperanza de un cordero que cree que todo estará bien. Y es que este sol quema, pero desde adentro. Vive ese calor.