Es de noche y el frío se hace sentir.
Por donde mires no ves una sola alma.
Los gatos pasan en el más absoluto sigilo.
Oyes tus pasos y su eco que deambula más allá.
Entonces observas la luna que se esconde tras un velo.
El misterio ronda el paisaje, en cualquier momento aparece Sherlock.
Un perro algo perdido se acerca a ti, no sabe si confiar o correr.
Mueve su cola, tú mueves tu cola y se encuentran sus miradas.
Ladras y el perro te dice "hola", no dieron en el clavo.
El animal acaricia tu lomo y sientes una gran dicha.
Tus pasos siguen y la luna dialoga con tu corazón.
Esa luna con su velo mira en tu interior y lo sabe.
No hay misterio, tu corazón canta y ladra.
La luna lo sabe, piensas en ella.
Pero hoy logran ser felices.
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