Es sorprendente la justicia con la que cae la lluvia.
Millones y millones de gotas que bajan de manera vertical.
Su justicia no es eterna, no es perfecta, pero hay un momento en que la mente se lo permite.
La gravedad las atrae y ellas caen, caen y solo caen.
Pero a pesar de la lluvia que cae, hay nubes que siguen otro curso.
Lo he visto, lo veo.
Hay nubes que a pesar de las gotas que caen, tienen otra dirección.
Existen estas nubes que van hacia el cielo.
Cómo lo harán esa gotas para no caer siendo golpeadas por otras que saben su destino, el suelo.
Van a lo alto y siguen hacia lo alto.
¿Qué le pasa a esta lluvia?
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